Una noche en el desierto

  En Jaisalmer se puede ir al desierto por una noche, es parte de un tour del que toda persona relacionada al turismo insiste todo el tiempo.

Por la tarde decidimos que irÍamos en jeep en lugar de camello y a las 3 pm ya estábamos arriba del jeep camino al desierto a unos 40 kms de la ciudad.

El tour pasa por cuatro o cinco aldeas donde la gente ya está un poco acostumbrada a las visitas. A la llegada los niños se avalanzan, piden lapiceras(bolis), fotos y rupias. Los niños pueden ser más o menos agresivos, pero todo lo que hacen lo hacen con inocencia, repitiendo y aprendiendo a través de la copia y la repetición.

En el último pueblo recién la cosa fue diferente, este pueblo es donde dejamos a dos chicas que iban a hacer el paseo en camello y ahí nos quedamos por un rato más largo. La gente era muy amable y nos invitaban a sus casas, nos explicaban como vivían, nos mostraban quiénes eran sus hijos y estas cosas, pero sin ningún tipo de agobio y mucha más calma que en los anteriores.

 

A partir de este momento, el tour empezó a tener sentido. El plan era cenar en el desierto, así que compramos unas cervezas y nos fuimos con el guía y otro hombre hacia unas dunas de arena. Allí ellos se pusieron a retozar y nosotros pasabamos el tiempo entre hacer tonterias y admirar como el viento moldeaba la arena en esas curvas perfectas.

sara voladora La noche llegó sobre el desierto como tantas veces me había pasado en Irán, el atardecer naranja es impresionante. Cuando nos dimos cuenta, el sol se había ido y nos llamaron a cenar, la cena, Thali (arroz con algun curry) estaba buenísima.

La noche ya estaba por todos lados y al terminar la cena los guías se pusieron a cantar canciones del desierto. Me recosté en la arena y por un rato me sentí infinitamente cómodo, podría haberme quedado ahí por horas y horas. Éstas son algunas fotos de un gran dia.

 

camel      

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