que irse tan rápido, Su plan era irse a sacar fotos a la villa 31, y la verdad es que no podía pensar un mejor plan para esa tarde.
Lo primero que me preocupaba es la seguridad, siempre que se habla de las villas se habla de tiros muertes y parece que todos los ladrones del mundo salen de Ahí, Laura me dijo que iríamos con una persona de ahí. Asi que sin quedarme tranquilo del todo puse la cámara en la mochila, para disimular un poco.
grupos, uno se encarga de la «seguridad» y corta el trafico diciendo a los automovilistas y motoqueros, que carril les dejan libre. El segundo grupo es el de los «músicos» con bombos y redoblantes le dan ritmo a la protesta, Los líderes se los ve siempre
organizando grupos y asegurandose que todo salga bien y por ultimo un grupo de extras que hacen un poco de numero, aunque ninguna superaba las 50 personas.
Después de esta odisea cruzando protestas en colectivo y caminando, llegue al encuentro de pastor, que como siempre hablamos de cosas que nos gustan y nuevas ideas que podríamos hacer.
Por avenida Cordoba un taxi me llevo volando a casa de Laura después de la comida, ahí me esperaba ella abajo para salir rumbo a la 31.
El encuentro era en un supermercado Coto al lado de la terminal de colectivos de Larga distancia de Retiro, en el camino Laura me cuenta que la idea surgió en un curso que hacen con un urbanista y que este es un grupo de trabajo, haciendo una especie de documental sobre la manzana 107, que es la zona mas nueva y mas precaria de la villa, donde vive la gente que llego hace menos tiempo a la villa.
En el Coto nos encontramos con el resto del equipo, compuesto por otros 2 Artistas y 2 personas que son los delegados de esta manzana. En el supermercado hacemos cuentas e intentamos idear un plan, los artistas se dan cuenta que no tienen cámara donde filmar así que utilizarían la de la delegada que con la mejor voluntad del mundo se las prestaba. El plan de filmación tampoco existía así que improvisaríamos.
La entrada a la villa asusta un poco, sobre todo alguno personajes que pasan en un estado hipnótico, creo que generado por las drogas y que te miran sabiendo que sos un extraño. ah el grupo hace la fuerza así que caminamos juntitos hasta la Manzana 107.
Esta manzana es la primera así que no hizo fa entrar al core de la villa, apenas llegamos hablamos con una familia que había llegado de Bolivia hacia 4 meses, lavaban la ropa a mano, y se la notaba una familia donde se querían mucho, ella hablaba en quechua y su marido nos traducía.
En este punto me cuentan que el plan de la delegada de la manzana es conseguir electricidad y Agua para esta manzana, parece que el gobierno no quiere que construyan mas así deja de crecer este nuevo barrio en medio de la ciudad y no permite la entrada de materiales, pero ademas tampoco les da agua ni electricidad.
Los chicos mas chicos (de 4 a 10 anos) juegan todo el día en medio del agua que cayo con la lluvia, juegan solos y los padres lavan la ropa o toman mate frente a sus casillas.
Las entrevistas pasaban y yo mientras pude sacar unas fotos, sorprende sobretodo la falta de higiene, hacen caca y pis a 30 metros de su casa, la basura esta por todas partes y no para de pasar gente por estas calles.
sobre lo caro que era comprar los productos peruanos en la feria.
Nos contó que su casilla le costo unos 500 pesos (100 euros) en madera y materiales que iban descartando en otros lugares, y como de a poco ya tenia varias ollas y conseguía prestada una garrafa de gas para poder cocinar.
En medio de esto apareció la policía, que muy gentilmente nos pregunto que hacíamos y que si queríamos entrar a la villa, les pidiésemos escolta.
Sobre el final llego una mujer rubia de pelo corto que creo que era la delegada del gobierno de la ciudad en la villa, que hablo de juzgados, leyes, normativas y los planes que tenían para la villa. Parece que una parte será urbanizada pero la parte nueva no, por que no es apta para la vida humana, con lo cual será re-alojados.
Los chicos no paraban de pedir atención mientras tanto y mis brazos ya me dolían de darles vueltas en el aire.
Ya llego el fin de la tarde y nos despedimos, salimos por una calle ancha bastante inundada por donde pasaba mucha gente que iba a su casa en la 31 después del día de trabajo.
Me fui pensando que cerca la gente vive tan precariamente, como si fuese la India, en medio de las enfermedades, sin cloaca, ni luz, ni agua. Todo esto a menos de 1 kilometro de la zona mas elegante de Buenos Aires.
Estas son las fotos que saque