Lo conoci en un restaurant, en el que siempre estamos, estába sentado con 3 chicas que habia conocido unos dias antes, 2 de bilbao y una de pontevedra. El estaba bastante timorato, no hablaba mucho, se presento y no participó mucho mas de la conversacion 3 días después me lo encuentro en una moto enorme, me dice que se iba a tomar una copa al lotus, así que como yo ya iba para allá me fui con el.
Una vez que llegamos al garito con la primera copa, se puso hablador, me contaba de sus planes y de que se iria a pataia después de bucear acá. El personaje es un manchego de unos 30 y algo, sigue el monologo y me explica que el no está para el tipo de fiestas como el que estabamos en ese momento, que a el le gustan las fiestas con chicas locales, yo lo y lo sigo escuchando y me explica qué el no es un artista del amor, sino un albanil, que a el no le va esto es tener qué comerle la cabeza a las mujeres para ligarselas.
Sigue contando su teoría sobre el amor y cuenta como es la vida suya cuando está en pataia. Ahí empezó el relato en plan una peli porno, me contaba que se encontraba con una en la escalada, se rozaban y terminaban en la cama, cuando indagaba sobre si eran prostitutas o no el decís que a veces había que darse un lujo, pero nunca me lo dejaba del todo claro.
Lo mejor es que lo decía convencido como explicandome como funciona la vida, me transmitia que la realidad para el es ese puterio enorme que debe ser pataia, por qué me decía una y otras vez que esto era como la vida debería ser.
Los relato siguio hasta que transferi la responsabilidad a otros espanioles que andaban por ahí.
Me quede pensando que realidades tan distintas tenemos cada uno.