Esta vez no siento que vuelvo, siento que paso por Argentina, es raro es un sentimiento diferente, de turista que continua su camino.
Sali de Singapur, con un apreton en el corazon, como cada vez que viajo a lugares que tengo gente a la que quiero. Con las horas el aburrimiento y monoteidad de los aeropuertos me aburrian, Kuala Lumpur, Johanesburgo, Ciudad del cabo y recien ahi Buenos Aires, 36 horas puerta a puerta de viaje, se me pasaron Volando (valga la redundancia) entre vinitos que me tuvieron un poco somnoliento despues de tanta abstinencia y comida que llegaba a cada 3 horas.
En cada aeropuerto me baje a estirar las piernas, y de repente en ciudad del cabo bajo por escaleras, habia un viento helado que me congelo los pies vestidos de havaianas, y me acorde que no siempre va a hacer calor.
En Buenos Aires me recibio lo que llamaban un dia peronista, primavera, cielo totalmente despejado y un sol suave al que mi piel esta mas acostumbrada y ya no lo siento tan fuerte.
Del aeropuerto a Campana con mis viejos se paso rapidisimo, de repente ya estaba en la casa de ellos armando la bici y ordenando las cosas que aprovechando que estoy aca hare mantenimiento general de la carpa, bolsa de dormir, etc etc…
Por la noche encuentros con viejos Amigos, llenos de hijos, novedades y nuevas historias.
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